Tumala y el conde pescador
© Texto: Ignacio Achútegui Conde (Nacho) Portada: dibujo bajado de internet Titular de los derechos: a Susana, mi pintora favorita Tumala fue por sus pinturas, pero estas habían desaparecido. ¿Cómo podía haber sucedido si siempre ponía extremo cuidado en guardarlas? Perpleja, buscó por entre todos los cajones y lugares donde por descuido pudiese haberlas colocado. ¡Nada, que no aparecían! Tumala quedó compungida, ya no podría pintar sus sueños en las paredes de su ciudad. Y sin poder compartir sus sueños… ¿cómo iba a ser feliz la gente? La luz y el color paulatinamente fueron desapareciendo de aquellos parajes. El asunto, realmente grave, le preocupó tanto que cayó enferma de melancolía. No os he contado quien era Tumala, así que... ¡prestad atención!: Había un país donde la gente no era feliz. El país estaba situado más a oriente que todos los demás países. Tan a oriente que en realidad estaba a occidente de todos ellos. Esto era una compleja