Geometrías

© Texto: Ignacio Achútegui Conde (Nacho)
Portada: fotografía bajada de internet 
Titular de los derechos: el autor



Llorar ensancha el alma.
Alma vuela libre como sueño.
Sueño necesita paz.
Paz se halla en nuestro nido.
Nido es donde buscamos volver.
Volver cuesta una vida.
Vida invita a amar.

Amar... ese profundo mar,
Mar oscuro para naufragar.
Naufragar le pasó a Crusoe.
Crusoe jamás se vino a rendir.
Rendir es mal claudicar.
Claudicar nos impide luchar.
Luchar es otro modo de vivir.

Vivir como un paréntesis.
Paréntesis en medio de una historia.
Historia que se da a pleno día.
Día es un lapso de tiempo.
Tiempo, momento tras momento,
Momento dura un orgasmo.
Orgasmo conlleva un grito.

Grito que llega de dentro.
Dentro quema la desesperanza.
Desesperanza rompe ilusiones.
Ilusiones remueven el pensamiento.
Pensamiento rima con sentimiento.
Sentimiento lo hace con viento.
Viento que propaga el fuego.

Fuego urgido en mi catarsis.
Catarsis para re-existir.
Re-existir es resistir.
Resistir por llamar a tu puerta
Puerta que accede a mi refugio.
Refugio que uno mismo crea.
Crea, o no, en la eternidad.
Eternidad que dura un instante.

Instante, ese largo viaje.
Viaje que lleva a ninguna parte.
Parte es un lugar inhóspito.
Inhóspito se vuelve el corazón.
Corazón apesadumbrado por su carga.
Carga que dobla la espalda.
Espalda tatuada con la muerte.

Muerte reparadora del alma
Alma que muere cada día.
Día que pasa no vuelve.
Vuelve por volver la esperanza.
Esperanza que espanta al miedo.
Miedo nos da la libertad.
Libertad de vivir, reír y... llorar.

Ignacio Achútegui Conde
Logroño, 30 de marzo de 2019

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