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Mostrando entradas de enero, 2020

Yo escogí la libertad

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Mucho tiempo atrás,  en plena juventud, como nunca, lloré. Motivos tuve, que no razones. Falsos motivos. Peligrosa ebriedad, jugándomela como jamás bebí. Peligrosos impulsos nublaron mi discernimiento. Despiadada la risa. abréronse mis ojos. Alerta el peligro. [Silencio]. Enmudecido grito, firme promesa, voto inquebrantable... [Más silencio] [Risas] [Gritos] Y...  al fin y por fin: [Silencio] [Risas] [Alivio] [Más risas] [Continúa el alivio] [Alegría] [Libertad] [Más risas] [Más alegría] Constatación de voto no quebrado, promesa  cumplida. Nadie puede. Digo nadie. Nadie en años de idas y venidas. ¡Insisto que nadie! Nadie puede atar el amor que como viene se va  Nadie, veraz, podrá decir que volvió verme llorar tras un amor fallido o vagar hasta la ebriedad, poner en peligro lo que he logrado vivir. . Vida por vivir, razones. ¡Razones, que también motivos ! [Más risas] [Más alegría] [Felicidad absoluta]

... y Napoleón se hizo mujer

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© Texto: Ignacio Achútegui Conde (Nacho) Portada: dibujo bajado de internet y retocado  Titular de los derechos: el autor París… la gran París, ciudad bella donde las haya, guarda en sus entrañas los restos mortales de Napoleón I, omnipotente emperador de Europa que conoció las mieles y las hieles, del poder y la derrota.  Se dice de él que era obsesivo con la limpieza y de una personalidad con inclinaciones violentas que le llevaba a vejar a sus subordinados. Resulta evidente su afán autoritario: el hombre más poderoso de su época. Hoy día se habla de un extraño síndrome que sufría y por el cual su cuerpo masculino iba derivando hacia la femineidad. Sí, Napoleón, mujer... Mujer o al menos su espíritu encontró acomodo en el cuerpo de Nabulia, la protagonista de esta historia actual.  París…, la gran París, ciudad soñada por Nabulia marcó sus sueños de grandeza. Ella bebió de las aguas contaminadas de la buena vida. Ni Josefina hubiese llegado tan lejos en

O Caritas

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Un nuevo año ha comenzado, seguro que con grandes y buenos propósitos como suele ser habitual en estas fechas. Una de las palabras más repetidas en todas las felicitaciones ha sido  AMOR  que en latín se dice  CARITAS . Como admirador de  Cat Stevens  (Yusuf, tras su conversión al islam) quiero recordar su hermosa canción  O CARITAS  que supone un canto al compromiso con la  VIDA  y la  NATURALEZA  y un grito de  REBELDÍA  y  ESPERANZA.  Cat Stevens canta contra el daño que supone la acción del ser humano y el dolor que le causa y que comparto. Creo que lo compartimos todos excepto los de siempre que ya todos conocemos... y sufrimos. La canción fue compuesta para el álbum  Catch Bull at Four  de 1972 y está impregnada de aquellos sentimientos del movimiento  hippie  y que vuelven a estar de actualidad con la concienciación ante el cambio climático. La canción está escrita en latín excepto los últimos versos que son en inglés. Os dejo mi traducción/a