Violante
Café con verso:
aquella proposición
y el tañido lejano de una cítara
sonaron celestiales,
querida Violante.
Veinticinco años
de lujuria aplazada
alcanzaban su fin
aquella noche
en que todo el elenco
de musas y dioses
había orquestado
la más sugerente cita.
No fue nada desdeñable
la complicidad
del siempre travieso Baco.
Ciertamente, el café llegó
y el verso dilatado
colmó expectativas
de expresión y encuentro.
Luego callamos al unísono
con la exactitud soñada.
Las miradas entrelazadas
cifraban enigmáticos
mensajes de deseo
de extremo a extremo
y el simpático emoticono
sonriente
no cesaba de colarse
entre el texto ausente…
I. A. C.
4 de mayo de 2024
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