Elefteria

¡Qué súbita nos llegará la vida!
Ya nos habita cobarde vil muerte.
¿Por qué vivir esta tan injusta suerte?
No es plena, si miserable y cautiva.

Reyes,  príncipes, nobleza obligan
con su Dios presurosos a dolerte.
Vital catarsis de fuego subvierte:
tronos, poltronas, altares... castiga.

Vencida la vida desventurada.
Difunta la noche larga, y oscura.
Quebrados canallas, viles ociosos.

De orines rieguen su sepultura,
anónima, por siglos olvidada.
¡Cánticos libertos suenen gozosos!


Elefteria: Libertad en griego.




Ignacio Achútegui Conde 
Logroño, 8 de mayo de 2013

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