Romance de la niña Chaira

La niña Chaira camina
al borde de la mañana
con afan de primavera
do la clara fuente mana.

Y enjuágase el rostro
en el agua espejada,
y miraban sus pupilas
como de arrebol tintaba.

La niña Chaira aprieta
sus suaves lindes rosadas
por avivar guayacanes
en su sonrisa temprana.

Y sus dedos juguetean
con su melena rizada,
y con ademán coqueto
al viento se la regala.

La niña Chaira festeja
en las noches estrelladas,
vestida con los silencios
de la persona amada.

Y se desnuda en sueños
porque le quema el alma,
y temblequean sus  muslos,
despiertan su flor granada.

La niña Chaira espera
callada en su plegaria
y cada noche esperando
al amor por si llegara.


I. A. C.
28 de septiembre de 2025





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