Ángeles
Interminables pasillos con puertas que acogen desconsolados cuerpos, sentimientos malheridos. Agitado tránsito de ángeles de albo atavío. El tiempo no se detiene, transcurre tedioso, ahogando el anhelo. Ausentes las divinas cohortes de santos y demás mitos celestiales, nuestros ángeles terrenales cuidan y protegen la fragilidad que nos envuelve. Procuradores de sana alegría mientras la negra dama siempre vigila presta a recaudar su macabro tributo. Albura y negrura lidian con ahínco por su recompensa. El tiempo nos sacudirá la eterna duda. I. A. C. Hospital San Pedro 25 de abril de 2024