Amores jaguares
Cae la noche y la calidez de tu voz acuna el pensamiento; mientras e l cotidiano ajetreo levanta el vuelo y desaparece en cercanos horizontes de mango y guayaba que embriagan con su aroma al sexto de mis sentidos. Verbo que exhalas, en fértil tierra penetra y labra surcos de futuro en la conmovida víscera que no cesa en su latido. Mirada de sal y miel aplacadora de tempestades mientras tus manos amasan mi maltrecho cuerpo que responde ajeno a voluntades. Será justo ser yo, esta vez, quien te corresponda y te estremezca con ráfagas eléctricas que te recorran en tus meridianos, y..., simplemente, a la húmeda fricción de nuestros cuerpos, esta noche sucumbamos. En la oscuridad se escucha impenitente la voz áspera y profunda del jaguar. I. A. C. 21 de febrero de 2025