Ecos de un sueño
Anduve por sendas impenetrables tras tu clara sonrisa que me invitó al beso resuelto. En tu mirada quise desentrañar el infinito y adentrarme por tus colinas, pero... qué trágica vida pudiste llevar, que te niega la emoción de un abrazo o de un invisible grafiti, que pretendí dibujar sobre tu espalda. El golorito revoloteó con pasión sobre la promesa errada de tus golmajerías, pero... al final, con su canto herido, se fue en el viento He roto el último poema que te había escrito (sabía que sí te iba a gustar). Para Vane I. A. C. 1 de junio de 2025